viernes, mayo 23, 2008

Anecdotario (triste)

De verdad que no entiendo a la gente; leed lo que cuenta CalamarVolador:

Hoy salí de casa con unos cuantos libros para liberar. Como no los había registrado antes, les puse un identificador de las etiquetas prenumeradas.
Al salir del coche dejo el primero de los libros y luego el resto hasta que se me terminaron.
Al regresar, volví por otra ruta y solo coincidí por el lugar donde había dejado el primero de los libros.
Por curiosidad, como suelo hacer con frecuencia, miro para ver si aún está o ya se lo han llevado, y descubrí una desagradable sorpresa.
El libro aún estaba allí... pero ahora tenía dos partes.
La verdad es que era el peor de los libros que llevé, (para mi gusto), pero tampoco creo que mereciese correr esta suerte.
Parece ser que alguien decidió que era suficientemente malo para ser disfrutado por otra persona, y decidió romperlo por la mitad.
No era demasiado grueso (96 páginas), y con tapita blanda, y con un poco de interés ha logrado hacerle un roto a lo ancho.

Pero ¿qué mal hacen los libros?