Entre partida y llegada
somos
las dos caras de Jano.
Vemos unos ojos
con lágrimas (atrás
en la anochecida
distancia) y vamns
hacia otros
suspendidos al alba
por el fértil asombro
de la mirada.
ZONA DE EMBARQUE
Se angosta el paisaje
al filo de los pasos.
Huele a paraje
el amplio espacio.
Se pisa una calzada
de luces y sombras
donde duda la mirada
y tropieza la memoria.
Es la zona de embarque
en el aeropuerto del tiempo.
Cada cuerpo es el pasajero,
la nave y el equipaje.
Y aguardábamos las señales,
inquietos, sin saber
si llamarán para emprender
o cancelar el viaje.
LARSEN
En Montevideo (ese recodo del tiempo)
la súbita revelación de tu rostro,
tu alta frente,
tu pelo hebreo,
el verde profundo de tus ojos,
la garúa de tus pasos
por el estuario,
la extraña sensasción
de habernos conocido hace tiempo,
el húmedo silencio
de tu boica en un cuarto,
la sabiduría inocente
de tu lengua en el beso,
el pausado
creciente
oleaje del deseo
y la sal de tu nombre
a ciegas esparcida
en el mar tempestuoso de tu cuerpo.
Luego, como al despertar de un sueño,
la navaja de la partida
hundida hasta el hueso,
y la sal del recuerdo
derramándose en la herida.
V.H.
Eyes I shall not see again.T.S.E
La cantidad de infinito
patente en tus ojos,
y que como Tántalo ansío
sin probar ni un sorbo:
sin probar ni un sorbo:
This is my afliction.
PENA
Con la misma mano
que te hirió,
ciega de ira
como una pedrada;
con la mano cortada
por tu mejilla,
ahora macnho esta página,
sangro estas líneas.
VIÉNDOTE DORMIR
Las piernas recogidas,
las manos casi juntas,
una mejilla encendida,
una mejilla encendida,
la otra tibiamente oculta.
Toda entera, envuelta
en la cuna del sueño,
en posición contrita
respiras, regresas
al tiempo sin tiempo
anterior a tu nombre,
a la herida del nacimiento,
a la caída en ti misma.
Flor apacible, vuelta
semilla, a oscuras,
ajena a esta vida, buscas
otra menos cruenta.