sábado, agosto 20, 2011

Niña pluma, niña nadie de Mar Benegas (algunos poemas)

II
por eso los niños nos morimos de pena
es lo único que puede matarnos
la pena nos hincha como globos
y explotamos sin darnos cuenta

lo que no sabe el enemigo
es que somos un ejército invencible
que mece a sus muñecos

jugar, es un vocabulario
que sólo nosotros entendemos

(Página 24)




busca la niña
un agujero en la madera
redondo y perfecto
como un dios sencillo

sorbe poco a poco
el interior de un caracol
se encierra dentro
cree que no tiene alma

dos hermanas encuentra
y su idioma obstinado

círculo invisible
hilo infinito
puente de cáscaras

son tres como una oración
y aprenden a rezarse

-serás la pequeña
pero sola nunca-

(Página 35)





el aullido del animal
me perseguía los días
colgaba de tus manos
ese olor a muerte

la casa estaba vacía
y se llenaba de sangre
las paredes y el suelo
las plantas de aquel corral
sujétalo, decías

y un color encarnado
me invadía por dentro
un océano rojo
de gritos y ventanas

(Página 50)



de todos los caminos que no anduve
el que más duele tiene vértices menguantes
yo también soy zahorí
de la estirpe que busca
en las plumas del pájaro la levedad del agua

el que más me duele: no encontrarte
con tus huesos de niebla y la senda en tus manos
este abrazo en el pecho que vuela como una muerte

yo soy la hija famélica del cobre
y mi sima tan profunda como un caballo blanco
se riza en tu memoria y en tu memoria crece

de todos los caminos que no anduve
el que más duele es el mineral de tus ojos
tu monte de carnes dóciles, tu boca callada
como una ofrenda de huellas buscando pasos

siéntete orgulloso; yo también tengo tus labios
son dos troncos hinchados perdiéndose en tu ausencia






lunes, agosto 15, 2011

Facebook (I)

Vanlat recomienda el relato "Una conversación tranquila" de Charles Bukowski. Y por "recomienda" entiéndase "será la primera propuesta la próxima vez que alguien me pregunte qué leer".


Ya lo saben

viernes, junio 10, 2011

Camino de cualquier parte de Eduardo Mitre

Autor: Eduardo Mitre (amediavoz)
Título: Camino de cualquier parte
Editorial: Visor (web)
Páginas: 117
ISBN: 8475224016
PVP: ¿?
Año de publicación: 1998
Biblioteca del I.B. San Konstantin Ciril Filósofo, Ruse, Bulgaria. 


Mitre es uno de esos autores formados en la visión estética de otros. Uno de esos estudiosos que escriben o escritores que estudian (nunca lo he tenido muy claro). Y se le nota. Sus poemas están llenos de referencias mitológicas, artísticas y literarias, sobre todo de la tradición hispanoamericana: Pablo Neruda y Juan Rulfo así a bote pronto. Recomendación uno:  leánlo despacio, merece la pena saborearlo. Recomendación dos: háganlo con un diccionario de símbolos cerca. Lo necesitarán.




Enlaces interesantes: Periodistas y plumillasEl rincón del distraído y el buscador de Letras libres
Imagen: Agapea.com

jueves, junio 09, 2011

Camino de cualquier parte de Eduardo Mitre (Algunos poemas III)

SOBRE TUS CEJAS
En dos trazos diseñan
lo que te sucede dentro.

Bosquejan lo que vives
en el bosque del sueño.

Jaspean el invisible
rostro del silencio.

Como tus brazos se extienden
y se estrechan

partidas como tu sexo
entre mis piernas.

Baja y sube la sed
por tus fuentes gemelas.

Paso bajo dos arcos:
desaparecen.

Entro en ti
y bebo a ciegas.




EPIFANÍA
Follaje de caricias y besos,
frutos los cuerpos
maduran dentro:

Se abren, se parten
en dos mitades
se comparten enteros:

Como una granada
estallan juntos justo a tiempo:
volcán de espumas
mar de brasas:

Un instante inmemorable
vislumbran ciegos
el rostro que dibuja
y borra el deseo.


Partes I y II

Camino de cualquier parte de Eduardo Mitre (Algunos poemas II)

EL ENEMIGO
No sé cómo abordarolo
sin que ahora me toque
y me tiemble la mano
y el pulso se azore.

Mejor estampar su bombre
-¿conjuro o indigna marca?-
en la frente alta y noble
de esta blanca en clama:

                   EL MIEDO

Lo veo sin verlo en la infancia,
tras el estampido del trueno
en las figuras que traza
en las manchas del techo.

Dibuja un círculo negro
y nos deja solos afuera
mientras todos se quedan
mirándonos desde adentro.

Insidiosamente nos cerca
como al niño extranjero
acorralado en el centro
de un baldío sin puerta.

Sin gracia ni ritmo calca
el aletazo del cuervo
o del paso enorme y quedo
de la tarántula.

Multiplica los corredores
en la planicie del sueño
y amasa hasta el vértigo
la cera de la metamorfosis.

Congela su vista la caras,
disloca sus rasgos y gestos,
y sin pudor las retrata
su infamante espejo.

Invisible, la soga al cuello,
su mano tira y afloja,
como el verdugo que juega
a si te dejo vivo o muerto.

Escondido, anda suelto
por calles, atajos y plazas,
donde fingimos no conocernos,
cómplices de su amenaza.

Nos posee alma y cuerpo,
y convierte a las palabras
en una mendaz mordaza
más abyecta que el silencio.

Petrifica a la alegría,
se confunde con el amor,
su presencia ubicua
simula el rostro de Dios.

El fruto vacío del mal
es su cotidiano alimento.
Imprevisible como el azar
su soplo de desaliento.

Nunca dominaremos
su gramática obscena,
ni su sintaxis perversa
regida por el suspenso.


BALADA POSTMODERNA
Tu voz allende el mar
suena en el auricular
como si estuvieras
en la otra pieza.

Sobre la mesa de noche:
el reloj, tu retrato
y la carta -por fax-
de tu puño y letra.

Mañana, ya inminentes
en la pantalla: tu risa,
tu mano, tu sortija,
tu cabellera y el peine.

Según se oye y se ve,
ya no queda tiempo
ni espacio
para la ausencia.

Sin olfato ni tacto,
todo se lo bebe
el simulacro
de la presencia.

Te escribo este poema
como una protesta
de amor que se rebela
a consentir la indiferencia.


EPIGRAMAS
(Selección)
GRAMÁTICA
De tus pies a tu frente,
tu cuerpo es una frase
en la que aprendo a nombrarte.